Le pregunté a una amiga que sabía que estaba yendo a terapia y ella me habló muy bien de Marta.
Aún con la pelea en mi interior, decidí llamar y pedir cita.
Marta me dio confianza para poder explicarle lo que me ocurría, me dio recursos y explicaciones que me ayudaron a entenderme mejor, esto ayudó a bajar la ansiedad, la tristeza y empecé a encontrarme mucho mejor.
Empezó a formar parte de mi vida la palabra “tomar consciencia”. Me di cuenta que había estado viviendo en una nube durante mucho tiempo. Vivía fantaseando lo que me gustaría tener en el futuro o recordando mi pasado sin tocar a penas el presente. Ahora sé, que lo hacía porque no me gustaba lo que había en el presente y de esa manera huía de ello.
La terapia me ha ayudado a cambiar la forma de mirar la vida. Ahora la miro de frente, de forma adulta desde lo que hay y no desde lo que me gustaría que hubiera. Ha supuesto un largo y duro trabajo personal pero ahora llevo las riendas de mi vida. Por supuesto aconsejo a todo el que necesite un psicólogo que lo haga.