La Terapia Cognitivo Conductual, expone de una forma bastante sencilla la relación entre los pensamientos, las emociones y la conducta que tenemos frente a las situaciones con las que nos encontramos cada día.
Todos sabemos que una misma situación afecta de forma diferente a unas personas u otras, dependiendo de cómo lo interpreten. El paro laboral, por ejemplo, es un acontecimiento supuestamente negativo que debería provocar una reacción similar. Sin embargo, no es así. Hay personas que lo aprovechan para tomarse un año sabático, otras para hacer un cambio de vida y otras se hunden en un estado depresivo.
La Terapia Cognitiva Conductual utiliza técnicas para identificar y modificar los “pensamientos automáticos, erróneos, absolutistas, etc.” con el objeto de cambiar sus repercusiones sobre lo que nos ocurre y lo que sentimos. Las técnicas más conocidas son la reestructuración cognitiva, la exposición y la desensibilización sistemática, muy potentes para trabajar fobias y ansiedad.
