Mi amiga y profesora de Psicología, María Colodrón, me dió a conocer el mundo mágico de las Constelaciones Sistémicas Familiares.
El creador fue Bert Hellinger, (Baden, Alemania, 1925) teólogo y filósofo alemán dedicado a la Terapia Sistémica Familiar entre otras. Explica que el individuo forma parte de un escenario lleno de otros personajes que a su vez están unidos por hilos invisibles entre ellos, creando una conciencia que actúa como un órgano de equilibrio sistémico que permite percibir al sujeto si se encuentra en concordancia con el sistema o no. Existe una conciencia que sentimos y una conciencia oculta.
El contraste entre estas conciencias es la base de las dificultades del sistema.
Esta disonancia lleva a aquellas implicaciones trágicas que en el seno de la familia producen enfermedades, accidentes, rupturas de pareja, etc.
El objetivo de las Constelaciones Sistémicas Familiares es encontrar de nuevo el orden del sistema, dando un buen lugar a cada persona dentro del sistema familiar. Así se consigue la paz con el sistema y consigo mismo.
