Los pilares sobre los que se apoya el enfoque de la Gestalt son el aquí y ahora y el cómo. Su esencia está en la comprensión de estas dos palabras. Vivir en el ahora tratando de darnos cuenta cómo lo hacemos.

Para conseguir este objetivo la Terapia Gestáltica trabaja básicamente con tres clases de técnicas:

• Técnicas Supresivas: Pretenden evitar o suprimir los intentos de evasión del cliente del aquí/ahora y de su experiencia con el fin de facilitar su darse cuenta.

• Técnicas Expresivas: Intentan que el individuo exteriorice lo interno, que se dé cuenta de cosas que posiblemente llevan en sí toda su vida pero que no percibía.

• Técnicas Integrativas: Buscan que el sujeto incorpore o reintegre a su personalidad sus partes disociadas. Aunque las técnicas supresivas y expresivas son también integrativas de algún modo, aquí se hace más énfasis en la incorporación de la experiencia.´

Estas técnicas son de gran utilidad en terapia. Facilitan la toma de consciencia, ayudan a darse cuenta de lo que está sucediendo y consiguen integrar partes del sujeto necesarias para solucionar el problema por el que acude a terapia.